¿Conoce por qué es importante el uso de mascarilla?

El uso de la mascarilla disminuye la propagación del COVID-19 y es por eso que se ha convertido en un elemento imprescindible en nuestra rutina diaria. Cubre la boca, la nariz y la barbilla, de tal manera que actúa como una barrera que bloquea el virus: nos protege y protegemos a los demás de un posible contagio.

Los datos virológicos, epidemiológicos y ecológicos demuestran que el uso de la mascarilla protege del virus que provoca la enfermedad del COVID-19, según ha publicado la revista científica New England Journal of Medicine. Existen evidencias de que los portadores de mascarillas están expuestos a una carga viral mucho menor, lo que significa que no solo evitan la propagación de la enfermedad, sino que también pueden reducir los síntomas en caso de infección.

El distanciamiento social, el confinamiento (en la medida de lo posible) y el lavado de manos frecuente con productos antibacteriales se suman a la utilización masiva de mascarillas para prevenir la transmisión del virus. Para que las utilices correctamente te recordamos las siguientes pautas:

No todas las mascarillas protegen por igual. Tienes que elegir las que son de tipo quirúrgica y comprobar que su tamaño es el adecuado para que su ajuste sea perfecto y sientas comodidad al utilizarla.

¿Mascarilla quirúrgica o de tela? La mascarilla quirúrgica de tres capas protege contra gotas o salpicaduras de fluidos corporales, resiste a la humedad del flujo del aire respiratorio y tiene un alto porcentaje de filtración de las bacterias (más del 90%). La mascarilla de tela no es lo suficientemente higiénica y las partículas pueden penetrar en la tela entre un 40% y un 90%.

Colocación. Antes de ponértela, lávate las manos y una vez puesta, evita tocarla.

Tiempo de utilización. Se recomienda no usar la mascarilla por un tiempo superior a ocho horas. Si se humedece o se deteriora mientras la llevas puesta deberás sustituirla por otra.

Cuidado del rostro. El roce, la fricción y la presión de la mascarilla puede producir irritación y enrojecimiento en el cutis. Si te ocurre alguna vez, lava bien esa zona de la cara y aplica una pomada para ayudar a la piel a sanar. Para evitar este tipo de contratiempos, elige una mascarilla de buena calidad y que sea suave.

Quítate la mascarilla por la parte de atrás y sin tocar la parte frontal. Introdúcela en una funda plástica (son “biopeligrosas” y no deben desecharse junto a la basura doméstica reciclable) y bótala en un cubo cerrado. Después, lávate bien las manos.

No reutilices las mascarillas. Recuerda que con las mascarillas desechables existe menos riesgo de contagio que con las reutilizables.

Dulty’s cuenta con mascarillas quirúrgicas desechables con tres capas de protección y más del 90% de filtración. Sentirás la comodidad con su ajuste perfecto y su tela suave para evitar irritaciones en la piel del rostro.